Rocío Hernández nos dice: “Soy Criollita”

El Tigre la vio crecer y formarse como cantante, es allí donde empieza a caminar en el difícil arte de la música, pero es Santa Clara quien la ve nacer un lluvioso 27 de diciembre del año 1987, Dios permitió la llegada a este mundo en medio de celebraciones , para afianzar la felicidad de este humilde hogar rico en amor y alegría, a una niña de talento innato y bravío presentada ante todos como Rocío Hernández quien al momento de nacer sorprendió al médico de guardia porque no lloró vino al mundo con una linda sonrisa en labios y las primeras palabras las decía cantando salía para los cumpleaños y fiestas del pueblo de Santa Clara en el municipio más grande de Venezuela José Gregorio Monagas del bello estado Anzoátegui era la que mas bailaba y sus amistades eran señores mayores que la admiraban por su sentido del humor andaba siempre cantando y le pagaban desde pequeña para que lo hiciera ya que lo hacía perfectamente bien se inicio en la plaza de las ferias luego lo hacía en los diferentes actos protocolares en la escuela , hasta que el año 1995 se realizara el primer festival Orinoco de Oro en Mapire del municipio Monagas y es ensayada por Francisco Hernández para que representara a su pueblo natal, cabe destacar que el tono del arpa eran sonidos vocales emitidos por Francisco. El día del festival era su primera entrevista con la camoruca y fue tanta la impresión que dejó, que hizo un segundo lugar en ese prestigioso festival siendo para ella su primer y más importante logro en la parte profesional aunque apenas contaba con una corta edad pero nada extrañarse por que prácticamente decimos que Rocío Hernández es la reencarnación de ese talento oculto que se ha perdido en las voces de llaneros que le cantaron a la inmensidad del llano ese momento fue clave para continuar luchando en diferentes festivales nacionales donde obtuvo lugares honorables y ese contacto folklórico la ayudo a descubrir que había una Venezuela sedienta que pedía a gritos que rescataran sus raíces y costumbres , entonces Rocío dijo “Yo soy una Criollita” y decide grabar su primera canción en una producción colectiva titulada “Soy Criollita” y sintió que el pueblo la apoyaba y vio que era bueno y hace su primera producción como solista el año 2004 titulada “Pero se va arrepentir” y se hace conocer como “La India” Rocío Hernández quien ya tiene una vasta experiencia dentro del canto llanero con el vivo deseo de decir es mejor como toda mujer con sangre guerrera luchadora heredada del indio Guaicaipuro se dedica en cuerpo y alma a desarrollar esta irrespetuosa labor y gracias a Dios, su carisma y las cualidades vocales y artísticas ha deslumbrado con su impresionante estampa y su peculiar forma de bailar el joropo donde mezcla lo particular del ritmo con la sensualidad de su cuerpo, en los escenarios más importantes de la canta criolla venezolana y ese recibimiento tan bonito y esos aplausos fastuosos aplausos en cada presentación que la motivan a seguir derrochando inspiración y a invertir en Venezuela ese talento que Dios le entregó. La India espera continuar contando con el apoyo de sus seguidores y ampliar enormemente la lista de admiradores de su carrera.

Ángel Rojas está “Regalando Serenatas”

Ángel Gabriel Rojas González, nace el 04 de Febrero de 1.981 en la ciudad de El Tigre, Municipio Simón Rodríguez del Estado Anzoátegui. Comienza su inquietud por la música a la edad de 9 años cuando por primera vez toma en sus manos tan sublime instrumento como lo es un Cuatro. Desde su niñez quedo cautivado por los sonidos y posteriormente las notas que emergían de tal instrumento. Se fue formando como un músico autodidacta ya que no cursó en ninguna escuela la forma de ejecución del Cuatro.

A la edad de 14 años empieza a componer sus primeros temas que se han quedado en lo que el mismo denominó “el cuaderno de la vida”.

Al mismo tiempo incursiona en festivales liceístas que lo llevaron a ocupar por primera vez un sitial dentro de los primeros lugares en eventos musicales.

Posteriormente entra a la Universidad donde cursa sus estudios de Derecho, pero nunca olvidando la música como parte de esencia; Tan es así,  que cuando se presenta la oportunidad de participar en los festivales universitarios lo hace, logrando de nuevo posicionarse entre los primeros y segundos lugares.

Luego de obtener su titulo como Abogado, Ángel Rojas decide aventurar mas a profundidad en el mundo musical, pasando a formar parte del elenco que para ese entonces conformaban los artistas del conjunto Laurel Sabanero del Maestro Héctor Piña, donde por 3 años consecutivos fue su figura estelar.

Fueron muchos los sitios llaneros, los bailes y festividades que este artista junto con el grupo Laurel Sabanero amenizaron, logrando el reconocimiento del público que noche tras noche iban a ver su espectáculo.

En el 2.005 ya más curtido en los escenarios locales, regionales y nacionales decide encarar el mundo artístico de manera independiente. Desde entonces ha transitado sin parar por el mundo del folklore llanero, hasta que en 2.007 comienza formar parte del Grupo “Alma de Venezuela” siendo su figura principal y con quien graba en el 2.008 el primer Sencillo Promocional de su autoría “REGALANDO SERENATA” bajo la dirección y arreglos del Maestro Jesús “chuo” Rodríguez y su Alma de Venezuela.

"Sigo siendo parrandero"

Nace en Calabozo estado Guárico un 06 de mayo de 1.972. Sus padres, Marbella y José Ramón de donde aparte de mi persona nacieron tres hermanos: José Ramón hijo, Nakary y Mari Carmen a quienes les agradece su amor y apoyo para un proyecto hoy hecho realidad
A muy temprana edad, los 4 años aproximadamente, junto a su hermano José un año mayor y fue padre fue naciendo en él el amor por nuestra música llanera y por nuestras raíces de las cuales estamos seguros jamás se apartará.
Su padre topógrafo de profesión y arpista por naturaleza anhelaba, según nos comenta, que sus hijos fueran músicos y fue entonces que desde esa edad se despertaron inquietudes por nuestra música llanera. Hoy recuerda ese día cuando agarró unas maracas para acompañar a su hermano con el cuatro e inmediatamente su padre buscó el arpa y se prendió la parranda con un Gabán. Como si fuera poco sus hermanas bailando y sentada su madre observaba llena de orgullo por lo que empezaba a nacer desde ese momento
Fueron creciendo y creciendo llenos de ese amor por nuestra música y las costumbres del llano y hoy sin dudarlo orgullosos de haber nacido en esa grande y generosa tierra llanera de CALABOZO, de la cual en determinado momento de nuestras vidas tuvieron que apartarse para ir a Caracas en busca de nuevos horizontes y un solo deseo y objetivo en mente: estudiar y ser profesionales. Nos comenta con los ojos llenos de brillo, ese brillo que proporciona el deber cumplido que valió el esfuerzo. Hoy día su hermano es abogado, Mari Carmen es Medico y Nakari y Mario son Ingenieros
A los 14 años buscando esos nuevos horizontes partió con su hermano con un cuatro viejo parrandero en el cual descargaban todo ese sentimiento y amor por su tierra natal la cual les vio crecer y a su vez los veía partir para buscar superación. Hoy mi hermano esta residenciado en Calabozo y Mario residenciado y ejerciendo sus dos profesiones desde El Tigre, estado Anzoátegui.
Fue entonces que luego de haber cumplido algunas metas personales y profesionales en el año 2.005 acudiendo a ese llamado del llano decidieron e hicieron posible su primer trabajo artístico “Dos voces y tres Arpas”, con el acompañamiento magistral de don Eudes Álvarez ”el rey del bordón”, el maestro Alexis Ojeda y el maestro Roberto Rodríguez. Tres arpas que plasmaron corazón y sentimiento a este marco musical para que sus voces quedaran plasmadas en el lienzo de nuestras sabanas y de Venezuela toda para futuras generaciones
Se escucharon canciones como: Parrandero Enamorado, Tu Eres Mi Solución, Ella Tiene Que Volver, Remanso y Pesadilla y Versos para una Llanera
Hoy Mario desea presentarnos su segunda producción titulada “Sigo Siendo Parrandero” donde grabó doce canciones de las cuales ocho son de su autoría y donde le acompañó el maestro Roberto Rodríguez